Luis Casis es considerado por muchos como un ángel en sus vidas. Desde hace muchos años recorre a pie el país con una alcancía gigante para recoger dinero y así poder ayudar a quien lo necesite, especialmente si se trata de niños. Pero, muchos no conocen el gran sacrificio que hacen, día a día, por amor al ser humano.
Durante la crisis por el coronavirus, para seguir con esa misión de ayudar al prójimo, ha tenido que hacer mayores esfuerzos, como el de perder contacto físico con sus seres queridos, especialmente con sus hijos, para evitar exponerlos.
Ya van alrededor de cien días que el exreportero no ha podido compartir junto a ellos ni siquiera ha podido abrazarlos, lo que le resulta bastante difícil, sobre todo en un día tan especial, como ayer, que su hijo menor cumplió 13 años.
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Es duro y cien días de no tener contacto físico, un abrazo, un beso, un relajo, un juego, señaló Casis.
Celebración desde la acera
A pesar de estar muy enfocado en ayudar al pueblo panameño a través de su fundación Luis Casis, ayer separó el día en la tarde para celebrarle un año más de vida a su hijo Diego, desde la calle, en la acera. ¿Se lo imagina?
Dieguito cumple 13 años, mi hijo más chiquito, y estoy preparando algo; hoy (ayer) no haré nada, no haré entregas, voy a llevarle un dulce con todas las medidas. Saldré de la casa bañado, limpio para verlo aunque sea desde la acera, destacó
Así como otros padres que se exponen a diario, comparte con ellos por videollamada, pero eso no suple la necesidad de querer estar cerca de sus hijos. Sin embargo, Casis no descansa, y está muy agradecido con el pueblo panameño que sigue donando para ayudar a más familias que han sido muy afectadas por la cuarentena, sin poder salir a buscar el sustento diario.